Resumen
Una exmaestra de feng shui contó su testimonio sobre los peligros de la Nueva Era. Durante años se dedicó al estudio y enseñanza de estas prácticas —astrología, tarot, feng shui, reiki, -adivinación, piedras cuarzo, rameadas, pasada de huevo,- y otras técnicas de energías— convencida de que aportaban equilibrio y bienestar. Sin embargo, con el tiempo empezó a experimentar vacío interior, ansiedad y una confusión espiritual cada vez mayor.
En su relato, explica que todo lo que parece:
“sabiduría ancestral”
“ciencia espiritual”
“energías cósmicas”
“Cristo cósmico”
en realidad es un engaño disfrazado de luz, que abre “puertas a Satanás” en la vida de quienes lo practican. Incluso si al inicio se sienten resultados positivos, a la larga dejan
consecuencias destructivas:
Dependencia,
desorden emocional
un distanciamiento de Dios.
Fue a través de un encuentro personal con Cristo que descubrió que la verdadera paz no se encontraba en energías cósmicas ni en fórmulas esotéricas, sino en la fe, la oración y los sacramentos. Ahora dedica su vida a advertir que los cristianos no deben buscar respuestas en corrientes alternativas, sino en el Evangelio, que libera y sana en profundidad.
Reflexión final
La Nueva Era promete poder, armonía y éxito, pero lo hace a costa de abrir grietas espirituales peligrosas. Solo Cristo puede llenar el vacío del corazón y traer la paz verdadera que ninguna técnica oculta puede ofrecer.
Versión breve para redes sociales
?✨ “El feng shui me dio poder… pero me robó la paz.”
Exmaestra de la Nueva Era alerta: estas prácticas abren puertas al mal. La verdadera plenitud solo se encuentra en Cristo.
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